miércoles, 8 de mayo de 2013

EL EXPLENDOR CULTURAL DEL SIGLO XII: Clase del día 30 de Abril

ELISABET RINCÓN CÓRDOBA

En la clase del 30 de abril, se centró en el contexto del renacimiento y esplendor cultural que se vivió en el siglo XII, y que se empezó en la clase del día anterior. Tratamos los temas de las escuelas urbanas y catedralicias, de las principales escuelas que hay en Europa, destacando las de Francia, Italia y la Península Ibérica, y por último de los principales autores que había en este momento.

En primer lugar se habló de las escuelas urbanas y las catedralicias. Ambas son en la ciudad, y en ella, la enseñanza y la escuela son competencia de un obispo. Los maestros y estudiantes son clérigos, hombres de iglesia y el más alto cargo eclesiástico en la ciudad era el que tenía derecho a otorgar la licencia docendi, la licencia que se daba para impartir enseñanza.

Sin embargo, de un siglo a otro, el número de estudiantes crece y se eleva el nivel de los estudios. Cualquier escuela que daba una formación retórica a adolescentes ofrecía, en el siglo XII, una formación superior a jóvenes y adultos. (PAUL, Jaques, 2003: 190). Fue entonces cuando algunas escuelas urbanas comienzan a aceptar otro tipo de estudiantes, no religiosos, e incluso pobres, no pertenecientes a las grandes familias.
En las escuelas catedralicias también aumentó la demanda ya que había un mayor interés por la cultura y la formación. El oficio de la enseñanza empieza a verse como un trabajo honrado, como un oficio más. Es en estas escuelas donde tienen origen las universidades y se fomenta en ellas la utilización de la dialéctica, utilizan la escolástica. Daban una mayor relevancia a las autoridades, eran fundamentales para la discusión y la argumentación, y para ello necesitaban nuevos textos. La inmensa cantidad de traducciones que se realizan es uno de los grandes legados del siglo XII, entre ellas se encontraba el corpus completo de las obras de Aristóteles, obras de Avicena, Averroes, Ptolomeo, Pedro Lombardo, Adelardo, etc.

Para la explicación de cómo consiguieron estos nuevos textos hay dos teorías. La tradicional y más probable que nos habla del aporte islámico a través de la Península Ibérica fundamentalmente, y la novedosa de un historiador francés que asegura que los manuscritos ya estarían en los monasterios de occidente y que no vinieron de oriente.

Este aporte islámico es importantísimo, fundamental para la recuperación del conocimiento antiguo y la aportación de obras musulmanas. La biblioteca del califato de Córdoba era la más grande de Europa con 400.000 ejemplares, cuando la siguiente más grande era Ripoll con 120. Es por ésta vía por donde reaparecen los textos de Aristóteles con la adición de que estaban comentados por intelectuales musulmanes. Llegan aportes de muchos grandes autores musulmanes y hacen que varias ciudades de la Península tengan un gran auge intelectual, como es el caso de Zaragoza y Toledo, en la que hay una convivencia multicultural en la que trabajan juntos y se hacen gran cantidad de traducciones, destacando por tanto la escuela de traductores de Toledo.

Las principales escuelas de este siglo están en Francia, Italia y la Península Ibérica. Francesas destacan Chartres, la cual tiene cierta inclinación por los estudios científicos y tiene profesores muy importantes. La escuela de San Víctor, la escuela catedralicia de Notre Dame y la escuela de la abadía de Santa Genoveva.

En Italia destacan la escuela de Bolonia, centro principal de estudios jurídicos donde se recupera el Derecho Romano del Corpus de Justiniano, y Palermo y Salermo, centradas en estudios de medicina. Estas escuelas no están adscritas a catedrales ni tienen control eclesiástico, por lo tanto son un punto de entrada del conocimiento y están más abiertas a los nuevos aportes, especialmente islámicos.

En la Península Ibérica, como ya hemos dicho, destaca la escuela de Toledo, hasta cierto punto comparable con el foco intelectual formado en torno a París y Bolonia, ya que se unen saberes de tres culturas, con traductores, profesores, investigadores, etc. (SOTO RÁBANOS, José María, 2000: 231); pero también se crean los estudios generales en Palencia. Esto es debido a que se sienten exentos del Sacro Imperio por no haber recibido los territorios de él, sino que lo han conquistado a los musulmanes y por lo tanto actúan de forma independiente. Otro centro de importancia es Salamanca.

Los autores relevantes de este renacimiento son:
Thierry de Chartres ( - 1150), quien estudia textos bíblicos, clásicos y da relevancia al estudio de las matemáticas.
Guillermo de Conches (1080/1090 – (1145/1150), usa casi exclusivamente la razón y fue acusado de filosofar sobre la divinidad y abandonar el sentido literal de las escrituras.
Pedro Abelardo (1079-1142), está muy por encima del prototipo intelectual del siglo XII, tiene curiosidad por conocerlo todo, funda su propia escuela y era maestro de teología. Se granjeó muchos enemigos por su actitud y sufrió persecución intelectual. También él utiliza la razón para la comprensión. En 1140 se condenaron y quemaron sus libros, por lo que él se refugió en Clunny, que está bajo poder eclesiástico, huyendo del poder regio francés.
Adelardo de Bath (1080-1135), viaja por Sicilia, Anatolia, Palestina, Hispania, puede porque domina el árabe,  también va a Inglaterra. Los viajes le cambian su forma de ver el conocimiento. Lleva a cabo estudios muy amplios de ciencia, traducciones, etc. defiende la razón y da un peso muy importante a las fuentes.
Juan de Salisbury (1115-1180), está al servicio de Thomas Becket, es una fuente para conocerle, incluso narra cómo le matan. Luego regresa a Francia y desarrolla allí su labor intelectual. Escribe un tratado de política explicando, a su entender, cómo se debe regir un reino, con una concepción hierocrática de la monarquía.
Arnaldo de Brescia (1100-1155) recibe formación eclesiástica, es discípulo de Pedro Abelardo. Defiende la pobreza eclesiástica en Italia y es condenado en Roma por criticar a la iglesia. Regresa a París junto a Pedro Abelardo, pero se enfrenta a Bernardo de Claraval y es obligado a retirarse. Va de nuevo a Italia pero de nuevo es condenado por la defensa de la pobreza cristiana y el apoyo de la comuna de Roma. Cuando Federico Barbarroja llega a Roma, es entregado por negociaciones al papado y es decapitado.

- PAUL, Jaques. Historia intelectual del occidente medieval. Madrid: Cátedra, 2003 (1998).
- SOTO RÁBANOS, José María. Las escuelas urbanas y el renacimiento del siglo XII. Logroño: Instituto de Estudios Riojanos, 2000.

1 comentario:

  1. A veces parece un poco deslabazada cada una de las partes, pero en general es un buen trabajo, pese a algunas imprecisiones internas. Buen aporte bibliográfico y bien traído a colación.
    Buen trabajo.

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