miércoles, 27 de febrero de 2013

Los inicios de la cultura medieval


Stefan Campillo Fette

Los inicios de la cultura medieval.

Lo que uno se pregunta es si es cierto el mito numerosas veces repetido de el gran choque que supuso la caída de Roma. La historiografía ha tratado de cambiar esto por una visión más acercada a la realidad; «La caída de Roma fue, en gran medida, cosa de Roma» llegó a decir Adrian Goldsworthy, Edward Gibbon escribió una monumental obra dedicada a la caída de Roma y nos sugiere dejar de preguntarse por qué el Imperio romano acabó siendo destruido, para, en realidad, sorprenderse de que durase tanto tiempo. El asentamiento de pueblos germanos en los limes de hizo de manera gradual, y no pocas veces supuso una amenaza para Roma, sino todo lo contrario, una ayuda para Roma.  La caída de Roma no fue tan brutal como se nos ha hecho entender, varios autores como Henri Pirenne, Walter Goffart o Gonzalo Fernández Hernández explican en sus obras que las estructuras económicas y políticas siguieron más o menos intactas hasta la coronación de Carlomagno, y que cuando Rómulo Augústulo fue destituido por Odoacro, los demás pueblos germanos siguieron reconociendo nominalmente el título del emperador de Bizancio hasta el 800 cuando León III le otorgó la dignidad imperial a Carlomagno.
Viendo claramente esta vía continuista entre lo antiguo y lo medieval, se nos hace lógico pensar que con la cultura pasó algo similar, aunque con algunos matices.
Con la caída de las estructuras político-administrativas de Roma la Iglesia tomó el testigo con la ayuda de los nuevos reinos germanos. Ya se vio cómo Teodorico quiso rescatar y continuar la cultura clásica, lo mismo pasó en el reino visigodo y demás reinos.  La cultura no sufrió un cambio brusco, no desapareció de la noche a la mañana, continuó y evolucionó con nuevos paradigmas. La Iglesia tuvo un importantísimo papel con la creación de escuelas monásticas y catedralicias, amén de las municipales (estas últimas creadas por monarcas germanos), estas escuelas servirían de base para el desarrollo de la cultura medieval. Casiodoro (485-580), político y escritor romano en cuyas obras abogará por la conversión de las escuelas monásticas en centros culturales, idea continuada por Benito de Nursia (480-557) que exigirá que los monjes practiquen la lectura en los monasterios.
Una figura importante será la de Boecio. Para unos el último intelectual de la antigüedad, para otros el primero de la Edad Media. Procedía de una familia senatorial romana, por lo que estaría involucrado en la política cosa que a la larga supondría su fin. Culturalmente tendrá peso ya que se considera que la lógica medieval empezó con él, teniendo enorme influencia en la escolástica.
Como dije antes, si bien hubo una continuidad cultural e incluso política y que varios reinos germanos reconocían nominalmente al emperador bizantino, es innegable que hubo una fragmentación política, y esta fragmentación repercutió en el ámbito cultural. Debido a la dificultad de trasladarse de región a otra rota la unidad de occidente, la élite cultural empezó a tener un afán de recopilar el saber acumulado hasta entonces. Esta tendencia comienza en el siglo V con Marciano Capella, Casiodoro creará el trívium y quadrivium, aunque la figura central será San Isidoro de Sevilla. Quiso englobar todo para poder mostrarlo todo en su obra capital “Etimologías”, una obra repartida en 20 libros que reunían todo el saber de la época y cuya influencia será amplísima durante toda la Edad Media hasta entrado el siglo XV.
Para saber más:
-GOLDSWORTHY, Adrian, La caída del Imperio Romano: El ocaso de Occidente, Madrid: La esfera de los libros, 2009.
-MITRE, Emilio, La Iglesia en la Edad Media, Madrid: Síntesis, 2003.

1 comentario:

  1. Texto un tanto escaso pero bien redactado. Bien por la inclusión de las fuentes, pero no es completa se citan otras que no aparecen en la bibliografía.
    Una reflexión sobre ese final de la Edad Antigua e inicio de la Edad Media que tan problemático es , tal y como hemos comentado. ¿Cambio o modificación? Pareces abogar claramente por la continuidad dentro de la modificación paulatina; pero haciendo de abogado del diablo plantearé la siguiente pregunta: ¿no hay importantes rupturas? Hasta qué punto esa entrada de la fe como enemiga o aliada de la razón no supone una clara ruptura? ¿Cuanto hay de continuidad en un Casiodoro que intenta incluir la cultura en un fenómeno, el monástico, que no existía cien años antes?
    Buen trabajo.

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