Ana Aviñó de Pablo
En este tema se va a estudiar cómo evolucionó el cristianismo durante un periodo de cambios culturales, sociales, políticos y económicos, que aunque venían sucediéndose de manera paulatina tiempo atrás, como mínimo desde el siglo IV con la entrada de los pueblos bárbaros, se agravaron con la desaparición del Imperio en el 476 d.C.
En este tema se va a estudiar cómo evolucionó el cristianismo durante un periodo de cambios culturales, sociales, políticos y económicos, que aunque venían sucediéndose de manera paulatina tiempo atrás, como mínimo desde el siglo IV con la entrada de los pueblos bárbaros, se agravaron con la desaparición del Imperio en el 476 d.C.
Se presentan una
serie de ideas y conceptos a través de los cuales se establece el hilo
conductor que estructura la conversión al cristianismo y la situación de la
Iglesia en este periodo. En general, y excepto algunos casos como el pueblo
vándalo, la llegada de pueblos barbaros no supuso una gran amenaza para la
Iglesia, que en estos momentos era una
institución con gran poder religioso y político. Desde un principio se
da un proceso de adaptación mutua y de manera paulatina se produce la
cristianización de estos pueblos, en diferentes momentos y circunstancias,
directamente del paganismo o desde la fe arriana.
Es necesario
distinguir entre el concepto de conversión y el de cristianización. Por
conversión se entiende la masiva aceptación de una fe por un determinado
pueblo, pero esto no supone la cristianización, que era un fenómeno que
necesitaba tiempo, puesto que durante siglos habían vivido en una mentalidad y
cultura concretas y la transformación no era radical. Esto también explicaría
el hecho de que aun profesando la fe católica siguiesen existiendo reductos de
paganismo y superstición, especialmente en áreas rurales, que la Iglesia
intentaba combatir activamente. Las principales armas de la Iglesia católica en
su misión evangelizadora eran la existencia de elites eclesiásticas mixtas, la
labor de los misioneros, que evangelizaban por medio de la palabra escrita y
oral, y de las políticas matrimoniales mixtas, que permitían extender la fe
católica en el seno de la familia, especialmente por el papel de las mujeres.
La cristianización
de estos pueblos barbaros se dio en circunstancias y momentos diferentes. En el
caso del pueblo franco la conversión se produjo tras el ejemplo de su monarca
Clodoveo, que por acción del obispo Remigio abandono el paganismo adoptando la
fe católica. Un caso semejante se produce en el pueblo visigodo, cuando
Recaredo anuncia públicamente su conversión en el III Concilio de Toledo. Sin
embargo existían diferencias respecto al caso franco porque la conversión se
produce desde el arrianismo, y existían conversiones precedentes, como la de su
hermano Leovigildo. En las Islas Britanicas el catolicismo se extiende desde
Irlanda, donde se implanta gracias a la misión evangelizadora de San Patricio,
y desde donde se extiende, por acción de los propios irlandeses, hasta los
anglosajones, creando unas señas de identidad nacional. El pueblo lombardo se
asentó en Italia conviviendo la fe católica con la arriana, y en el siglo VII
se impuso la católica tras un paulatino acercamiento.
Con estos conceptos
es posible hacer un esbozo de la situación del cristianismo entre los siglos V
–VIII, periodo en el que se van desarrollando las bases que caracterizaron la
Iglesia medieval, pero es una cuestión que puede profundizarse y matizarse en
gran medida. Mi opinión personal es que es un tema que ha sido muy estudiado
durante los últimos años por autores tanto nacionales como internacionales como
Jedin o Ladero Quesada. Sin embargo
considero que al ser un periodo de transición se producen cambios de gran
magnitud en ámbitos muy diferentes, y por tanto hay muchos factores de estudio.
Mi opinión es que se produjo un proceso paulatino de manera temporal que no fue
organizado por la Iglesia, sino que fue el resultado de acciones e influencias
concretas que afectaron al conjunto general. Se pueden observar diferencias en
los casos concretos pero las líneas generales son semejantes puesto que las
situaciones, pese a las matizaciones, eran similares. De todas formas me parece
un tema de estudio muy interesante puesto que es el fin de una época y el
inicio de otra, con todo lo que supone de influencias y aportaciones en todos
los ámbitos.
Buen estracto y primeras opiniones. Un consejo, revisad las notas que tomáis en clase, porque os pueden llevar a cometer errores. La bibliografía sobre el tema, obviamente, os ayudará a detectarlos y enriquecerá vuestros comentarios. Ejemplo 1: ¿cómo se llamaba el hermano de Recaredo? Hermenegildo. Los nombres no son importantes hasta que lo son.
ResponderEliminarLas épocas de cambios son, sin duda interesantes al estudio. Ahora que estamos viendo la evolución del papado, sin embargo, ¿se puede añadir algún matiz? ¿No hay políticas intencionadas, como las de Gelasio I? ¿Acaso el matiz no deberíamos situarlo en el objetivo que se busca? Obvio que Gelasio I no buscaba convertirse en el único poder político en Occidente, pero, ¿no buscaba realmente situar su poder en el mapa?
Buen trabajo Ana.
He leído la reseña escrita por Ana Aviño de Pablo. En términos generales, me ha parecido una gran síntesis de un tema tan complejo pero al mismo tiempo fascinante como fue el contexto del Cristianismo en un periodo de cambio provocado por el ocaso del Imperio Romano. Considero que Ana demuestra madurez expositiva, claridad de ideas y orden a la hora de manifestar tales ideas.
ResponderEliminarNo obstante, considero que la conclusión adolece de cierta ambiguedad ya que no se aprecia una postura contundente al respecto de lo escrito. Mi conclusión: gran trabajo de Ana.